Flores de femera
En el verano de 1952 Pilar trabaja como sirvienta en uno de los lujosos chalés del entonces Paseo del General Mola de Zaragoza, una zona en la que residía la clase burguesa de la ciudad. Pilar es una joven menuda y tímida que sirve con diligencia y esmero a una señora autoritaria que la intimida con sus gritos y su despotismo. Los días transcurren en medio de la rutina que imponen las tareas domésticas, mientras que las noches en que el señorito Ricardo visita la casa de sus padres son de violencia y lágrimas. Pilar sufre los abusos reiterados del disoluto calavera hasta que se acuerda su matrimonio con un miembro de la guardia mora, una unidad militar que acompañaba al caudillo Franco en sus actos oficiales.
Pilar reunirá sus escasas pertenencias y se trasladará a Madrid para casarse con Said, un hombre al que no conoce y con quien, contra pronóstico, congenia enseguida, pues ambos están marcados por la desgracia y las penurias. La vida de casada discurre plácida, Pilar pasa bastante tiempo sola, por eso los reencuentros con su marido cuando este disfruta de unos días de permiso son tan gratos, ha aprendido a cocinar los guisos que le agradan, mantiene impoluto su pequeño hogar y siente algo que se parece mucho a la felicidad.
Un asesinato provoca un giro inesperado en la trama. El inspector Láez se encargará del caso, más complejo de lo que parecía al principio por las personas involucradas y porque la investigación deriva en un asunto de corrupción que se zanja abruptamente. El crimen sin resolver llega a 2018 y una policía empeñada en conocer la verdad y cerrar el caso que su bisabuelo no logró concluir pondrá su pericia y tenacidad para esclarecer los hechos cerrando la historia de Pilar.
La novela de Belén Gonzalvo, «Flores de femera», transcurre en la España gris de los años cincuenta del pasado siglo y retrata una sociedad y una época marcada por la transformación. En la década de los cincuenta, España se alejaba con esfuerzo de la devastación que causó la guerra civil y la dictadura franquista asumió el proceso de reconstrucción. El país se dividía en vencedores y vencidos, se subsistía gracias a la autarquía, el pecado acechaba siempre y las mujeres eran amas de casa que vivían sometidas a la ley marital.
Flores de femera es una historia de ritmo trepidante en la que los personajes y sus circunstancias resultan muy reales. Belén Gonzalvo ha realizado un excelente trabajo de documentación y gracias a la cuidada ambientación nos traslada a un tiempo marcado por la pobreza, la represión política y la moral impuesta por la iglesia católica a un país tradicional y conservador. La mirada de Gonzalvo es de indudable valor, la emoción y las pulsiones vitales del ser humano construyen imágenes de impacto y cada vuelta por el pasado nos acerca al relato que crea la ficción; importa lo que cuenta, porque habla de nuestra historia y del camino que hemos recorrido las mujeres.
La creatividad de Belén Gonzalvo se manifiesta también en las ilustraciones a grafito colocadas hábilmente en las transiciones narrativas.
Título: Flores de femera
Autora: Belén Gonzalvo
Editorial: Ónix Editor
Páginas: 327
Año: 2024
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