La mirada ámbar

 

«Vi las manos usureras / y las manos desheredadas, / los muros levantados /partiendo en dos la tierra, / la muerte navegando / sobre la mar en patera / Soy ese hombre solitario / que llevando su mochila / solo ve oscuridad / soy ese hombre solitario que / se corta la etiqueta / donde marca su precio / y se aleja, se aleja». Estos versos del poema «5» son una muestra del carácter sensitivo de la poesía de Juan Carlos Rodríguez Beltrán, que parte de la captación sensorial, sobre todo visual, de una realidad situada casi siempre en escenarios naturales. La importancia nuclear de la naturaleza en La mirada ámbar se constituye como una entidad peculiar, en la que, además, los sujetos más identificables y constantes que lo habitan son los pájaros.

Milanos, cardelinas, ruiseñores, lavanderas, gorriones, gavilanes, cigüeñas, alondras… Pájaros. Pájaros recurrentes como símbolo de libertad («si no quieres dejar de ser pájaro, / deberás de dar la vida / por no dejar de serlo»), que sobrevuelan paisajes o viajan hacia las profundidades del interior del poeta («Nunca escribía los versos / los dejaba volar / como si fueran pájaros»). Pájaros como referencia del amor a la naturaleza. Los ecos de la tierra y los susurros del verbo convertidos en paisaje.

La mirada ámbar es una obra compuesta por poemas cargados de pequeños universos que uno se aventura a descubrir y que nos sumergen en el espesor de la realidad gracias a la atenta mirada de su autor.

La escritura poética de Juan Carlos Rodríguez Beltrán surge como un caudal de la misma tierra, la mejor compañía para surcar la vida. Cada poema es un prisma con múltiples facetas que nos muestran los raptos que sufre el poeta, que le llevan de lo exterior a lo interior con una necesidad de construir lo propio. Cada poema nos anima a que aprendamos a mirar para ser libres, algo que es difícil de aprender, y que parece la respuesta a un propósito, porque la poesía es búsqueda, un posicionamiento frente al mundo.

Poemas y haikus aparecen cosidos por el lenguaje, atravesados por voces que se mezclan para auscultar una realidad que apunta a lo invisible e íntimo. («Entre tamarices se van enterrando / esqueletos de caucho, / toallitas de baño, / látex manchado de amor, / una barbi, una bombona, / restos arqueológicos / de nuestra manera de vivir»). Son un viaje en sentido literal y también en el de proce­so de conocimiento, de una aprehensión del mundo que implica a lo poético. Sin caer en la tentación de filosofar en verso, el poeta parte de lo que ve y experimenta, proclamando la esperanza de vivir.

Juan Carlos Rodríguez Beltrán comparte su percepción, las enseñanzas que se derivan de su experiencia, y lo hace desde su fragilidad y sensibilidad, para establecer un diálogo íntimo, imprevisible y necesario con el lector. Es la voz que nos interpela y nos salva de una realidad superficial, porque lo real es la suma de multiplicidades del mirar.

 

Título: La mirada ámbar

Autor: Juan Carlos Rodríguez Beltrán

Editorial: Ondina Ediciones

Páginas: 159

Año: 2022