El infinito en un junco
Estamos hechos de
retales del pasado. El ayer construye nuestro hoy y no hay duda de que la
humanidad no sería la misma si no existiese ese valioso legado que nos dejaron
nuestros antepasados. Nuestro saber se sustenta en el suyo. Su presente es
nuestro ayer. Nuestro presente también será el pasado para esos nuevos
habitantes del planeta de las letras.
Los libros nos
unen, crean vínculos indisolubles. Irene Vallejo nos descubre esos lazos que
estrechan mentes y emociones, el tiempo actual y el pretérito. Gracias a un
inestimable trabajo de documentación, Vallejo recopila una nómina de autores y
de voces que todavía resuenan, que nos son familiares porque cuentan sucesos
que no nos resultan extraños: la avaricia, la ambición, las ansias de notoriedad,
el desprecio, la venganza… nos siguen ligando con generaciones anteriores, por
eso nos reconocemos en las historias, pues, en el fondo, no somos tan distintos
de aquellas gentes que imaginaban otras vidas, que inventaban para divertir a
un público ávido de entretenimiento.
Los libros nos permiten adentrarnos en experiencias ajenas, contagiarnos de dolor o de alegría,
aprender del conocimiento adquirido por quienes antes que nosotros estudiaron el
universo, la condición humana o las leyes de la física. Gente cuya curiosidad y
ganas de saber sentó los principios y bases de nuestra cultura. Gracias a estas
personas, las sociedades avanzan, cambian, evolucionan.
El infinito en un junco es un ensayo ameno y de buen ritmo, que se lee
con facilidad y deleite, que engancha, que entusiasma. El mundo clásico se
conecta con la actualidad, permanece vital, late en las palabras, porque los
libros, supervivientes indómitos de incendios, guerras y censuras, lo recrean. Es
una lástima que se hayan perdido irremisiblemente tantas obras, tanta energía
creadora, pero nos queda el consuelo de que los libros y las palabras
sobreviven. Lo han hecho a través de los siglos. Han sabido mutar para
adaptarse, para quedarse con nosotros y seguir iluminando nuestra mente.
Para los que
amamos los libros, El infinito en un
junco es un regalo precioso, un merecido homenaje a los autores y autoras,
en especial a los pioneros. También es un tributo a escribas, copistas,
iluminadores, traductores, bibliotecarios, libreros y lectores, que encontramos
en los libros y en la palabra escrita el alimento indispensable para nuestra imaginación
y un reducto confortable para nuestros sueños.
Título: El
infinito en un junco
Autora: Irene
Vallejo
Editorial:
Siruela
Páginas: 452
Año: 2020
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