Mariano Mercerón, el feo que tocaba sabroso


Hijo de un trompetista que tocaba en la banda del ejército y de una madre profesora de solfeo, intérprete de guitarra, José Canuto Mariano Mercerón nació en Santiago de Cuba en 1906, apodado «feo» por sus labios prominentes, él convirtió el defecto en un atributo distintivo.

Mariano Mercerón se formó como clarinetista y se defendía con solvencia con el saxofón y el piano. Siendo muy joven formó su primera orquesta con varios compañeros de la academia donde aprendía música. De carácter extravertido y con un enorme sentido del humor, siempre era el payaso del grupo. También le gustaba escribir y puso letra a algunas tonadillas. Uno de sus compañeros de estudios fue el archiconocido Compay Segundo. Ambos soñaban por aquel entonces con la fama y se veían viajando por el mundo y enamorando a las mujeres. La música es su vida, y ya como profesional, con su orquesta The Pepper’s Jazz, ofrece una amplia gama musical: guarachas, boleros, sones, jazz, fox-trot…, es un intento por modernizar las bandas de música convencionales y ofrecer al público melodías de moda que pudieran bailarse y hacerle pasar un buen rato.

En 1947, Mercerón salió de La Habana para realizar una gira por México. Contratos con discográficas, programas de televisión, éxito de público. Era la vida que había elegido. El regreso a Cuba fue por todo lo alto, por La Habana pasaba la flor y nata, los grandes artistas del momento: Josephine Baker, Edith Piaf, Jorge Negrete, Los Panchos, Sara Montiel, Lola Flores o Imperio Argentina sumaban estilos y enriquecían el panorama musical de la isla. No podía faltar la Orquesta Oriental de Mariano Mercerón.

El año 1958 regresa a México. La situación política en Cuba había traído la revolución castrista. Mercerón nunca estuvo interesado en la política, pero se vio afectado por ella y tuvo claro que formaría parte de los enemigos del régimen y que quizás no podría volver a su tierra. En México dedicó sus esfuerzos a ayudar a los cubanos exiliados que llegaban.

La música cubana empezó a ser muy demandada en Estados Unidos y Mercerón y su orquesta ofrecieron conciertos en Las Vegas, Miami, Los Ángeles, Chicago… Allí también hizo bailar a todo el mundo. El 8 de diciembre de 1974, Mariano Mercerón falleció en Ciudad de México a causa de un derrame cerebral. Tenía 68 años y dejaba 21 hijos.

Quique Rocalvarez ha escrito una biografía del gran músico cubano Mariano Mercerón. Es un retrato honesto del hombre y del artista en el que se notan el cariño y la admiración que el autor siente por un hombre especial, tocado por los dioses con un don para contagiar alegría con sus canciones.

Rocalvarez narra en primera persona y logra un acercamiento cálido entre el personaje y el lector, que sigue ávido las vicisitudes de una vida plagada de emociones y deja un grato recuerdo del feo simpático y entrañable, uno de los máximos representantes de la música cubana, del «padre del danzón».

Título: Mariano Mercerón, el feo que tocaba sabroso
Autor: Quique Rocalvarez
Editorial: Círculo Rojo
Páginas: 358

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