Alumbres
Alumbres, el
poemario de Ángel Gracia, ha sido distinguido con el XXVIII Premio de Poesía
Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal. Consta de tres partes: Luminancia, Heridas de rayo y Tea humeante.
Elementos como la luz, el agua, el viento, el rayo, la
palabra, la vida y la muerte sirven para ilustrar hondas reflexiones sobre lo
que somos, o quizás sería más preciso decir, lo que no somos. Porque las
cenizas de nuestras palabras, de lo que fuimos, desaparecerán aventadas por el
viento hasta convertirnos en silencio.
Luz. Agua que borra, que permite naufragar en uno mismo y
renacer. Aire que se convierte en viento, en cierzo fugitivo.
El rayo cae para iluminar y nos ciega con su fugaz
resplandor.
Todo lo que existe te convierte en lo que eres, hasta que no
huyes, te unes a la huida, solo, solo tú.
La vida dicta y nos reescribe incesante, nos borra, nos crea,
nos arrastra con su río de lágrimas.
Escribir es extinguirse, vaciarse. Las palabras dicen mudas,
solitarias, rezan en la tumba murmurando nuestro nombre. Muertos que son la
nada que nos alumbra, la ceguera que nos arrasa hasta hacernos desaparecer.
Alumbre para aclarar las mentes turbias. Alumbre que alumbra
y restituye la oscuridad. Alumbres.
Solo naufragando nos encontramos. Solo muriendo vivimos.
La poesía de Ángel Gracia nos sitúa frente al espejo, nos
incita a reflexionar, porque es imposible salir indemne de esta lectura fácil y
compleja; simple y profunda, bella y descarnada, que nos deja el regusto de las
grandes obras escritas con calma, con el sosiego que transmiten quienes han
estado al otro lado del espejo y han visto en lo blanco del azogue la luz.
Título: Alumbres
Autor: Ángel Gracia
Edita: Diputación Provincial de Zaragoza
Colección: Veruela Poesía
Páginas: 45
Comentarios
Publicar un comentario
Cualquier opinión inteligente, relacionada con el tema de cada post y expresada con educación, será bien recibida. El resto, se suprimirá.