Será colosal
Calaportu, año 1936, la República, el Frente
Popular, la guerra, un niño vasco, un testigo de los acontecimientos que
contempla sin entender la situación anómala que vive.
Joseba Sarrionandia ha escrito una historia
impactante, ágil y cruda. La guerra civil española vista con los ojos de un
chaval que intenta atar cabos cuando presencia las disputas de sus padres,
partidarios de bandos opuestos, cuando gente del pueblo desaparece de repente o
cuando unos maldicen a la república mientras otros la aplauden. La toma del
cuartel de la guardia civil por personas afines a UHP, una calma tensa, los
primeros fusilados, los carlistas y derechistas prisioneros en la escuela. Al
principio la guerra como juego, con una pistola falsa, tiragomas y coraje infantil
para abatir enemigos. La muerte breve tras unos segundos en tierra para volver
a levantarse y volver a morir en un macabro entretenimiento de los días. Pensar
en comer galletas mientras los gudaris avanzan en una dirección y en otra y se
contempla con ojos asombrados el desfile de ejércitos de hombres cansados. Así
hasta que en el cielo despejado aparecen los aeroplanos y la realidad se torna
más grave que nunca cuando la tierra tiembla y se llena de humo y de fuego.
Hasta por mar llegan cañones que hacen explotar las olas.
El padre en la guerra, los hombres del pueblo
en la guerra, en una guerra larga y aburrida. Los gudaris se retiran porque llegan
los carlistas con sus boinas rojas, hablan de paz, patria y bandera y emprenden
la patriótica obra nacional. Del ejército que pasa se espera chocolate, entre
tanto, se asiste al espectacular traslado de tropas: soldados, cañones,
camiones… Una marcha que ameniza la rutina gris.
De vuelta a la escuela se advierten los
cambios, una bandera nueva, un crucifijo y el rezo al empezar y al terminar la
clase. Las asignaturas resultan tediosas y a la salida del colegio se han de
repartir boletines de inscripción para que la gente se afilie a la Falange. La
guerra seguía en alguna parte, mientras en el pueblo se suceden los desfiles y
los discursos, las prohibiciones. El final de la contienda no trae alegría ni
paz, sino un padre mutilado, camiones con cadáveres y un llanto que nace en lo
más hondo y se derrama a escondidas. Los falangistas imponen su ley, cualquiera
es sospechoso. Los niños, adultos prematuros, sueñan con un circo. Vendrá un
tren con elefantes, leones, monos, payasos… y será colosal.
Título: Será colosal
Autor: Joseba Sarrionandia
Editorial: Txlaparta
Páginas: 100
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